Al: Gobierno, Parlamento y pueblo alemanes
Como ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock es la principal responsable de la política exterior de Alemania. En el último año, sus acciones han convertido a Alemania en cómplice de graves violaciones del derecho internacional, incluidos el genocidio y el apartheid.
Baerbock ha prestado continuamente apoyo material y político a los crímenes contra la humanidad cometidos por Israel. Incluso afirmó haber visto vídeos en los que se veía a combatientes de Hamás violando a una mujer israelí, a pesar de que una Comisión Independiente de Investigación de la ONU « no ha podido verificar de forma independiente tales acusaciones [de violación], [...]. Además, la Comisión determinó que algunas alegaciones específicas eran falsas, [...]». Lo más inquietante es que ahora, un año después de los bombardeos sistemáticos y selectivos de Israel contra hospitales, ambulancias, escuelas y refugios, justifica su matanza masiva de civiles declarando que «los lugares civiles podrían perder su condición de lugares protegidos». Se trata de un escandaloso respaldo a los crímenes de guerra.
A pesar de las conclusiones de los tribunales internacionales, organizaciones como el Instituto Lemkin para la Prevención del Genocidio y expertos de alto rango de la ONU, que están haciendo sonar la alarma sobre un genocidio en curso, el gobierno alemán ha proporcionado cobertura diplomática, ha enviado armas y sigue enviando armas que están alimentando el asedio de Israel a Gaza, ayudando a la destrucción de vidas, hogares e infraestructuras. El apoyo de Baerbock a esta violencia indiscriminada la convierte en cómplice de un asesinato masivo y ha empañado gravemente la reputación internacional de Alemania.
Como demuestran recientes sondeos de opinión, los alemanes rechazan abrumadoramente su política exterior y el brutal asedio de Israel a Gaza. Su supuesta «política exterior feminista» es una burla, ya que deshumaniza a los palestinos mientras simpatiza selectivamente con las víctimas israelíes. Esta traición a los valores humanitarios no puede sostenerse.
Annalena Baerbock ha faltado a su deber al ignorar
El Derecho internacional
El interés público alemán
Principios diplomáticos básicos
Sus fallos exigen una rendición de cuentas.
Lo que exigimos:
Nosotros, los abajo firmantes, pedimos que Annalena Baerbock dimita inmediatamente de su cargo por su flagrante desprecio de los principios básicos del derecho internacional y la conducta diplomática. Si se niega, exigimos que el gobierno la destituya.
Tanto los alemanes como los ciudadanos de todo el mundo deben defender los principios de justicia, humanidad y derecho internacional. Restablezcamos la integridad política y moral de Alemania y pongamos fin a nuestra complicidad en crímenes de guerra.
¡Firma ahora si estás de acuerdo en que Annalena Baerbock debe irse!