Lo que Europa debe hacer ahora - Votación de los miembros de DiEM25

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Lo que Europa debe hacer ahora

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Ya ha transcurrido media década desde que nació DiEM25 para luchar contra la deriva autoritaria en Europa y renovar el proyecto europeo con un nuevo y ambicioso propósito: ¡la democratización! El panorama político ha cambiado desde entonces, y nuestro movimiento ha hecho todo lo posible para seguir siendo una opción válida. Todo este trabajo culmina con la votación de "Lo que Europa debe hacer ahora": nuestra lista de políticas clave y prioritarias para la Europa de la década de 2020. Aquí puedes leer el documento y votar a favor o en contra de que nuestro movimiento lo adopte como base para iniciativas futuras.

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Agenda política europea progresista de DiEM25 para la década de 2020

 

1. Introducción

La COVID-19 ha puesto de manifiesto la falta de instituciones de la UE capaces de hacer frente a una crisis de salud pública. También ha constatado que la UE sigue careciendo de las instituciones necesarias para reducir los desequilibrios económicos que socavan la Unión, frenan la inversión y provocan crisis económicas evitables que merman las perspectivas de vida de gran parte de la ciudadanía europea y de quienes residen en Europa. Además, la UE ha sido incapaz de lograr que Europa sea un lugar más seguro: al negarse a dejar de depender de los combustibles fósiles, así como de las armas nucleares con fines estratégicos, la UE ha reforzado las tensiones geopolíticas, especialmente en el Mediterráneo oriental.

Al mismo tiempo, bajo la apariencia de una pandemia, el conservadurismo de Europa se ha intensificado y se han violado muchos derechos individuales, sociales y laborales. Bajo la bandera de la solidaridad transnacional, pedimos a la ciudadanía de esta Europa donde se instrumentaliza la pandemia no solo que proteja los logros de luchas pasadas, sino también que construya un nuevo modelo de producción, de trabajo y de vida poscapitalista. Hacemos un llamamiento para defender los bienes públicos, luchar por una Europa abierta y pacífica y proteger el acervo europeo de derechos humanos basado en el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales.

La gestión de la pandemia en la UE deja claro que una Europa a dos velocidades, que funciona en un escensario competitivo con criterios del sector privado y la discriminación de clases, no resistirá el embate de futuras crisis. Es necesaria una política europea unificada con un enfoque social, solidario y progresista.

DiEM25 propone una agenda progresista centrada en la SALUD PÚBLICA, la PROSPERIDAD COMPARTIDA y la PAZ SOSTENIBLE. Nuestra agenda abarca políticas extraídas del exhaustivo New deal ecológico para Europa de DiEM25, así como iniciativas políticas que fueron ajustadas cuando estalló la pandemia en el 2020.

 

2. Salud pública, prosperidad compartida y paz sostenible

 

2.1 Salud pública

La salud pública europea no puede seguir siendo "competencia" de los Estados nación. La pandemia ha demostrado que, a menos que la UE proporcione servicios sanitarios básicos (como vacunas) a toda su ciudadanía de forma equitativa y eficaz, la propia Unión resulta un lugar inseguro, incluso innecesario para algunos.

La pandemia ha demostrado que la UE debe garantizar a su ciudadanía y a todos sus residentes el acceso igualitario a los centros que ofrecen tests gratuitos, vacunas gratuitas y atención primaria gratuita. Los bienes básicos (como los kits de prueba, vacunas, equipos de protección, etc.) deben adquirirse de forma centralizada y su producción debe repartirse entre los distintos países para evitar problemas de distribución en caso de bloqueos logísticos. Además, debe haber existencias suficientes en todos los países, en el marco de un sistema y red de salud pública que funcione correctamente. Asimismo, hay que centrarse en la mejora de las infraestructuras e instalaciones básicas de salud y bienestar, tales como (1) acceso al agua potable y saneamiento; (2) sistemas eficaces de alcantarillado público; (3) aire limpio; (4) viviendas sanas y seguras; (5) seguridad alimentaria; (6) acceso a servicios de salud mental.

La UE, consciente del deber de Europa con los países no europeos tanto cerca como lejos de sus fronteras, también debe donar estos bienes básicos e infraestructuras de salud pública a todos los países del mundo. Por ejemplo, en el caso de las vacunas, la postura de DiEM25 es que una Europa próspera como la nuestra tiene la obligación de que por cada vacuna que se suministre dentro de la UE se distribuya una vacuna a nivel internacional o en los países fronterizos. Todos estos bienes sanitarios básicos, tanto internos como externos, se financiarán con el mecanismo de préstamo del Banco Central Europeo, en lugar de con los ajustados presupuestos gubernamentales. 

La pandemia ha provocado el aumento masivo de las desigualdades económicas, sanitarias y políticas a una escala hasta ahora  inimaginable. Ha establecido un control gubernamental sin precedentes sobre la población, facilitando las crecientes tendencias autoritarias que son cada vez más evidentes, incluso en las democracias más maduras. Ha favorecido al capital en detrimento de la mano de obra, enriqueciendo en billones de dólares al 1% más rico mientras destruía millones de puestos de trabajo y pequeñas empresas. Ha ampliado el abismo entre el trabajo directivo, intelectual y administrativo, que se ha trasladado rápidamente a internet, y los trabajadores manuales y en primera línea, que han quedado expuestos al virus. Ha afectado de forma desproporcionada a las minorías étnicas y a las comunidades más pobres. Este modelo de desigualdad no hará más que empeorar con la distribución global de las vacunas, que favorece extremadamente a las naciones más ricas.  

Para empezar a invertir esta tendencia de aumento de la desigualdad, es necesario acabar definitivamente con la propia pandemia en el menor tiempo posible a escala mundial. El restablecimiento de los sistemas locales de salud pública, con capacidad para encontrar, rastrear, localizar, aislar y fomentar el aislamiento es crucial para lograr erradicar la pandemia.

Además, DiEM25 exige una disminución drástica de la ganadería industrial de alta densidad, que se sabe que aumenta la probabilidad de nuevas pandemias de origen animal. Al mismo tiempo, esto ayudará a alcanzar los objetivos fijados para evitar el empeoramiento de la crisis climática debido al gran impacto ecológico de la ganadería industrial.

La UE debe actuar con cautela en aras de las libertades civiles y con el fin de garantizar a su ciudadanía los derechos básicos de privacidad que esta se ha ganado a pulso a lo largo de siglos de luchas, especialmente en tiempos de emergencias sanitarias como la actual. DiEM25 apoya la tecnología digital capaz de facilitar un sistema eficaz de seguimiento y localización durante una pandemia, salvaguardando al mismo tiempo el anonimato. Con la excepción de determinadas profesiones y lugares de trabajo (como hospitales o residencias de ancianos) en los que se puede exigir la vacunación, DiEM25 apoya el desarrollo de aplicaciones digitales que ayuden a acreditar el resultado negativo de un test (por ejemplo de la COVID-19) como condición para la libre circulación de personas. Sin embargo, no respaldamos los "pasaportes" de vacunación que, si llegan a utilizarse, abrirán la caja de Pandora de las violaciones de la privacidad por parte de las compañías de seguros, empresas y organismos gubernamentales. En definitiva, DiEM25, a pesar de que considera que las vacunas son un bien público de máximo valor, se opone a cualquier "pasaporte" de vacunación, pero no a las aplicaciones digitales destinadas a la certificación temporal de una prueba con resultado negativo.

 

2.2 Prosperidad compartida

Durante la reciente escalada de la crisis económica capitalista mundial debida a la COVID-19, la eurozona sufrió el mayor descenso de la inversión (50%), la mayor fuga de capitales (500.000 millones de euros) y el mayor aumento de la "brecha de producción" (es decir, la diferencia entre el producto total que podríamos producir y el producido) en relación con Estados Unidos, China y el Reino Unido. Además, los desequilibrios intraeuropeos (que ya habían aumentado antes y después de la crisis del euro) se incrementaron exponencialmente. Sin embargo, la UE ha aplicado el menor estímulo fiscal en comparación con las regiones económicas más fuertes del mundo y ha sido la que menos ha hecho para impulsar la inversión, confiando casi exclusivamente en el llamado Fondo de Recuperación, tan insignificante desde el punto de vista macroeconómico como políticamente tóxico. Como resultado, se prevé que la década de 2020 se convierta en la segunda década perdida de Europa. 

Para evitar esta situación y permitir que la prosperidad europea compartida tenga una oportunidad, DiEM25 ha propuesto --y vuelve a proponer-- cinco políticas:

1. Bonos del BCE para reducir la presión sobre los presupuestos de los Estados miembros: Todos los déficits presupuestarios primarios desde marzo de 2020 se financiarán mediante bonos a 30 años emitidos por el BCE (bonos BCE). El vencimiento a 30 años de los bonos del BCE, que se invertirán principalmente en el sector público, supondrá un incentivo adicional para que Europa consiga salir a flote en el plazo de tres décadas. Esta duración da a Europa un plazo de 30 años para avanzar hacia una unión política democrática. 

2. Los bonos del BCE se canjearán por bonos anteriores (a la pandemia) con el fin de reestructurar las deudas antiguas: Ha llegado el momento de que la deuda pública de los países que estaban básicamente en quiebra (por ejemplo, Grecia o Italia) antes de la pandemia se reestructure mediante el canje de bonos nacionales por eurobonos del BCE.

3. Pagos solidarios en efectivo: El BCE abonaría inicialmente 2.000 euros en la cuenta bancaria principal de cada residente. Estos pagos pueden repetirse en función de la evolución de la demanda activa, la inversión y la actividad económica.

4. Programa Europeo de Recuperación e Inversión Verde: El Consejo Europeo debe dar luz verde al Banco Europeo de Inversiones para que emita bonos anuales del 5% del PIB de la UE, que el BCE dice que "apoyará" en los mercados secundarios de bonos. Estos fondos financiarían una nueva institución europea, la Agencia Europea de Obras para la Transición Verde, cuyo objetivo principal es la creación de la Unión Europea de la Energía Verde y el desarrollo general de la Transición Verde de la UE.

5. Rescindir todos los compromisos del Memorando: Los países de la Eurozona más afectados por la pandemia económica "resultan ser" los que ya estaban irremediablemente afectados por la crisis del euro, es decir, los países que la Troika "visitó" después de 2010 y a los que impuso desastrosas políticas de austeridad y saqueo que, por supuesto, no se aplicaron en otros países. DiEM25 exige la abolición inmediata de todas estas obligaciones, que en última instancia afectan a toda Europa.

 

2.3 Paz sostenible en los países vecinos de Europa

En 2020, la UE aprobó oficialmente el llamado “New Deal” ecológico. Lamentablemente, se aprobó “más para ser incumplido que para ser respetado”. No se ha reservado ninguna dotación propiamente dicha para este Pacto Verde y, lo que es peor, la UE sigue apostando por la extracción y distribución de combustibles fósiles, aumentando así las tensiones geopolíticas.

Concretamente, los planes de extracción de petróleo y gas en el mar Egeo y el Mediterráneo Oriental están provocando tensiones geopolíticas que solo benefician a los traficantes de armas y a los buitres financieros que sacan partido de la "titulización" de los combustibles fósiles y gasoductos y que, muy probablemente, ni siquiera verán la luz. También alimentan la crisis migratoria ya existente al poner a Turquía en contra de la UE y viceversa. 

Las tensiones geopolíticas provocadas por el cínico e hipócrita Pacto Verde de la UE no se limitan a las fronteras del sureste. Se están extendiendo hacia el noreste, donde, por ejemplo, Alemania y Rusia siguen adelante con el gasoducto Nordstream2, fomentando oscuros intereses comerciales que impulsan las relaciones intraeuropeas e internacionales de la UE, aumentan la probabilidad de conflictos militares y provocan daños no solo a los habitantes de la región, sino también al medio ambiente.

Esto tiene que acabar, por el bien de la paz y por el bien de la seguridad y la soberanía europeas. El aumento de las tensiones en el este de la UE hace que el planteamiento y la reactivación del frente antibélico desde un punto de vista político y del movimiento sea una necesidad obligada.

Para asegurar el futuro de las próximas generaciones, DiEM25 pide a todos los Estados de Europa que se adhieran al Tratado de la ONU sobre la Prohibición de las Armas Nucleares. Asimismo, pedimos a la UE que respalde a Ucrania para que logre una paz duradera con todos sus vecinos y que haga cumplir el Acuerdo de Minsk en la propia Ucrania.

DiEM25 propone una nueva Iniciativa Europea para la Paz Sostenible y la Prosperidad Compartida.

En cuanto a la situación en el noreste, DiEM25 propone el abandono/cierre inmediato del gasoducto Nordstream2 y su sustitución dentro de la Red Europea de Energía Verde.

En cuanto a la situación en el sur y el sureste, DiEM25 propone la celebración por parte de la UE de una Conferencia Internacional sobre Paz y Energía Verde en el Mediterráneo. La propuesta consiste en que los representantes de todos los países mediterráneos se sienten en torno a la misma mesa para acordar que:

2.3.1 El Mediterráneo se "libera" de los combustibles fósiles (es decir, sin minería ni nuevos oleoductos) y se conecta a la Red Europea de Energía Verde, que será financiada principalmente por la UE a través del Programa Europeo de Recuperación e Inversión Verde (véase 2.2.4)

2.3.2 Señalarán en el mismo mapa correspondiente a cada país los criterios relativos a las fronteras marítimas (es decir, la plataforma continental y la ZEE)

2.3.3 Llevarán este mapa conjuntamente a la Corte Internacional de Justicia de La Haya, habiendo aceptado de antemano su decisión sobre la demarcación definitiva de las fronteras marítimas

 

3. Resumen

La UE tiene dos opciones: o unificarse para hacer frente a la posibilidad de una segunda década perdida consecutiva, o desaparecer. La Agenda política europea progresista de DiEM25 para la década de 2020 ofrece el único camino hacia la unificación. Los tres bloques de políticas propuestos por el primer movimiento paneuropeo unificado son absolutamente coherentes con la letra de los Tratados de la UE. Su aplicación permitirá:

  • La protección de la salud pública en todo el continente europeo

  • La solidaridad con los países vecinos y el resto de países, que no solo es un deber moral de Europa, sino también la única medida eficaz contra las pandemias, que no entienden de fronteras

  • La elaboración y financiación de la Transición Verde, sin la cual tanto la sociedad como el planeta entrarán en declive

  • La adopción de herramientas de financiación pública en beneficio de la mayoría (herramientas que actualmente se utilizan ampliamente en beneficio de muy pocos)

La Agenda política europea progresista de DiEM25 para la década de 2020 es la única que ofrece a Europa la oportunidad de convertirse en una Unión auténtica y democrática. Todas las demás alternativas conducen a su desintegración.

 

Apéndice. Agenda política progresista pospandemia de DiEM25:

 

I. SALUD PÚBLICA

  1. La provisión de bienes y cuidados sanitarios básicos se convierte en un deber de la UE.

  2. Creación de una nueva Red de Centros Públicos de Atención Primaria de la UE de fácil acceso para toda la ciudadanía y personas residentes en la UE que ofrezca:

    1. Pruebas gratuitas a petición

    2. Vacunas gratuitas a petición

    3. Atención médica general gratuita in situ

  3. Adquisición centralizada de:

    1. Kits de pruebas

    2. Vacunas, incluida la compra de patentes para facilitar la producción local

    3. Medicamentos básicos

    4. Equipos de protección

  4. La UE se compromete a suministrar a los países más necesitados del mundo, de forma gratuita, todos los bienes sanitarios esenciales mencionados anteriormente (véanse los puntos 1.2.1, 1.2.2 y 1.2.3) disponibles en Europa.

  5. Financiación directa de los puntos 1.2, 1.3 y 1.4 mediante instrumentos del BCE. Concretamente, la UE pagaría a las empresas que disponen de estos bienes con bonos perpetuos con cupón cero emitidos por las empresas y comprados por el BCE.

  6. Los pasaportes y/o certificados de vacunación quedan prohibidos para proteger el derecho básico a la privacidad. En su lugar, la UE financiaría el desarrollo de aplicaciones (apps) que permitan un sistema eficaz de seguimiento y localización, garantizando el anonimato y utilizando software de código abierto, que se implementaría en la red de centros públicos de atención primaria de la UE mencionados en el punto 1.2. 

  7. Europa reduce drásticamente la ganadería industrial a gran escala para minimizar los riesgos de nuevas pandemias y alcanzar los objetivos climáticos.

 

II. PROSPERIDAD COMPARTIDA

  1. Bonos del BCE para reducir la presión sobre los presupuestos de los Estados miembros: Todos los déficits presupuestarios primarios desde marzo de 2020 se financiarán con bonos del BCE a 30 años. Este período da a Europa un plazo de tres décadas para avanzar hacia una unión política democrática.

  2. Los bonos del BCE se canjearán por bonos anteriores (a la pandemia) para reestructurar las deudas antiguas: Ha llegado el momento de que la deuda soberana de los países que estaban básicamente en quiebra (como Grecia o Italia) antes de la pandemia se reestructure mediante el canje de bonos nacionales por eurobonos del BCE (canje de deuda).

  3. Pagos directos solidarios paneuropeos: El BCE abonaría inicialmente 2.000 euros en la cuenta bancaria principal de cada residente. Estos pagos pueden repetirse en función de la evolución de la demanda activa, la inversión y la actividad económica.

  4. Programa Europeo de Recuperación e Inversión Verde: El Consejo Europeo debe dar luz verde al Banco Europeo de Inversiones para que emita bonos anuales del 5% del PIB de la UE, que el BCE dice que "apoyará" en los mercados secundarios de bonos. Estos fondos financiarían una nueva institución europea, la Agencia Europea de Obras para la Transición Verde, cuyo objetivo principal es la creación de la Unión Europea de la Energía Verde y el desarrollo general de la Transición Verde Europea.

  5. Programa Europeo de Recuperación e Inversión Verde: Supresión de todos los compromisos del Memorando. Los países de la eurozona más afectados por la pandemia económica "resultan ser" los que ya se vieron gravemente afectados por la crisis del euro: los países que la troika "visitó” después del 2010 y a los que impuso catastróficas políticas de austeridad y saqueo que, por supuesto, no se aplicaron en otros países. DiEM25 exige la supresión inmediata de todos estos compromisos, que en última instancia afectan a toda Europa.

 

III. PAZ SOSTENIBLE

  1. Abandono/cierre inmediato del gasoducto Nordstream2 y su sustitución dentro de la Red Europea de Energía Verde.

  2. Conferencia Internacional sobre Paz y Energía Verde en el Mediterráneo. Proponemos que los representantes de todos los países mediterráneos se sienten en torno a la misma mesa para acordar que:

2.1 El Mediterráneo se "libera" de los combustibles fósiles (es decir, sin minería ni nuevos oleoductos) y se conecta a la Red Europea de Energía Verde, que será financiada principalmente por la UE a través del Programa Europeo de Recuperación e Inversión Verde (véase 2.2.4)

2.2 Señalarán en el mismo mapa correspondiente a cada país los criterios relativos a las fronteras marítimas (es decir, la plataforma continental y la ZEE)

2.3 Llevarán este mapa conjuntamente a la Corte Internacional de Justicia de La Haya, habiendo aceptado de antemano su decisión sobre la demarcación definitiva de las fronteras marítimas

 

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