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Por primera vez en la historia, la humanidad asiste a la retransmisión en directo de un genocidio. La destrucción sistemática del pueblo palestino por parte del régimen de colonialismo de asentamiento israelí no ha cesado a pesar de las protestas masivas en todo el mundo, las innumerables resoluciones de la ONU, las múltiples órdenes de la Corte Internacional de Justicia y la apertura de procedimientos por parte de la Corte Penal Internacional.
El sistema internacional, una vez más, ha fallado al pueblo de Palestina. Como movimiento con conciencia, es nuestro deber aumentar la presión mundial para detener este genocidio, poner fin a la ocupación, desmantelar el apartheid israelí y lograr una paz justa, como se recoge en nuestra posición sobre Palestina.
Para ello sería necesario, entre otras cosas, aumentar la presión sobre las empresas, instituciones, estados y otras entidades que son cómplices de sostener el sistema de apartheid israelí más allá de la mera retórica: respaldando el Movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) que «trabaja para terminar con el apoyo internacional a la opresión de los palestinos por parte de Israel y presionar a Israel para que cumpla con el derecho internacional.».
Iniciado en 2005 por organizaciones de la sociedad civil palestina e inspirado en el movimiento sudafricano contra el apartheid, el BDS exige medidas no violentas contra Israel para satisfacer las siguientes demandas:
Poner fin a la ocupación y colonización israelíes de todas las tierras árabes y desmantelar el muro
Reconocer los derechos fundamentales de los ciudadanos árabe-palestinos de Israel a una igualdad plena; y
Respetar, proteger y promover el derecho de los refugiados palestinos a regresar a sus hogares y propiedades, tal y como estipula la resolución 194 de la ONU.
El movimiento BDS persigue alcanzar estas demandas a través de:
Boicots que implican retirar el apoyo al régimen de apartheid de Israel, a las instituciones deportivas, culturales y académicas israelíes cómplices y a todas las empresas israelíes e internacionales implicadas en violaciones de los derechos humanos de los palestinos.
Campañas de desinversión que instan a bancos, ayuntamientos, congregaciones, fondos de pensiones y universidades a retirar sus inversiones del Estado de Israel y de todas las empresas israelíes e internacionales que sostienen el apartheid israelí.
Campañas de sanciones para presionar a los gobiernos para que cumplan sus obligaciones legales de poner fin al apartheid israelí, y no ayuden ni contribuyan a su perpetuación, prohibiendo los negocios con los asentamientos ilegales israelíes, poniendo fin al comercio militar y a los acuerdos de libre comercio, así como suspendiendo la pertenencia de Israel a foros internacionales como los organismos de la ONU y la FIFA.
Ten en cuenta que el movimiento BDS llama al boicot de actividades, eventos y proyectos que legitimen o permitan de cualquier otro modo el régimen israelí de apartheid, colonialismo de colonos y ocupación. El movimiento afirma explícitamente que «no pide ni condona el boicot de personas por su origen o identidad israelí o judía». En otras palabras, el BDS apunta a la complicidad, no a la identidad.
Es importante destacar que el Movimiento BDS ha advertido que la normalización es una estrategia clave de Israel que pretende «hacer que la ocupación, el apartheid y el colonialismo de asentamientos parezcan normales». Por ello es necesario adoptar tácticas contra esa normalización, que implican negarse a «participar en proyectos, eventos o actividades que promuevan la normalidad del Estado israelí como entidad legítima o que creen una paridad en la relación entre opresores y oprimidos».
El BDS goza de un amplio apoyo popular y se interrelaciona con diversos movimientos de justicia social, pero Israel lo considera una «amenaza estratégica» debido a su continuada influencia. Estos son algunos ejemplos de su alcance:
El aumento significativo de la concienciación mundial sobre los derechos de los palestinos y la señalización de la complicidad de las empresas en el mantenimiento de la ocupación y las prácticas de apartheid de Israel.
El cuestionamiento de la imagen pública de organizaciones israelíes que pretenden normalizar el colonialismo de asentamientos israelí.
Amplias repercusiones económicas para Israel, por ejemplo:
La renuncia de la empresa francesa Veolia al proyecto del Metro Ligero de Jerusalén después de que algunos ayuntamientos europeos la excluyeran de las licitaciones debido a la presión sostenida del BDS.
La retirada de Orange telecom de Israel tras intensas campañas de BDS en Francia y Egipto en relación con sus actividades en los territorios ocupados.
Desinversión en entidades israelíes por parte de grandes empresas, sindicatos, universidades y fondos de pensiones, como Axa, General Mills, Danske Bank, el Sindicato Internacional de Pintores y Profesiones Relacionadas (IUPAT), la Universidad Estatal de San Francisco y los fondos de pensiones estatales de Luxemburgo y Noruega, entre otros, a través de campañas de BDS.
Nuestro apoyo al BDS se concretaría, en la medida de lo posible, en lo siguiente:
Declarando DiEM25 como Zona Libre de Apartheid, reafirmando nuestra postura como organización Anti-Apartheid;
Apoyando las campañas de BDS, nuevas y en curso, siempre que sea posible;
Animando a nuestros grupos locales a colaborar con sus homólogos de BDS y participar en sus respectivas campañas;
Utilizando nuestras plataformas en redes sociales para difundir el BDS y sus campañas entre nuestros simpatizantes;
Organizando actos, seminarios web y sesiones de formación para informar al público y disipar ideas erróneas sobre el BDS;
Publicando artículos, opiniones y trabajos de investigación en defensa del BDS;
Participando públicamente en los debates de la Unión Europea relacionados con el BDS;
Movilizando el apoyo al BDS frente a la represión estatal.
Integrando el BDS en nuestra agenda política.
El respaldo al BDS significaría que respetamos sus principios y directrices fundamentales, es decir:
Directrices para el Boicot Académico Internacional de Israel (2014)
Directrices para el Boicot Cultural Internacional de Israel (2014)
Declaración sobre la afiliación al movimiento BDS y el uso del acrónimo BDS (en inglés) (2019)
Guía de organización de una zona libre de apartheid (en inglés) (2024)
¿Apruebas la adhesión de DiEM25 al movimiento BDS?